“NOS ENFRENTAMOS A UN NUEVO RIESGO BIOLÓGICO PARA EL QUE NO ESTÁBAMOS PREPARADOS”
Danisa Lafferte Peña, Enfermera Encargada de la Unidad de Salud Ocupacional y Prevención de Riesgos del Hospital San Juan de Dios, de La Serena, nos cuenta como cambió la forma de trabajo para su equipo, al tener que enfrentar una amenaza desconocida.
“Las unidades de salud ocupacional, cumplen con la función de brindar protección en seguridad y salud a todos los funcionarios del establecimiento, mediante la prevención de lesiones, enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo”.
Esto sigue siendo así, pero la pandemia nos puso en el centro de atención, nos cambió las prioridades, porque nos enfrentamos a un nuevo riesgo biológico, que no teníamos, no conocíamos y para el cual no estábamos preparados, tuvimos que cambiar la forma de trabajo”, analizó Danisa, quien con orgullo comenta como ha crecido su equipo y los logros alcanzados.
¿Cómo fue este cambio y en qué consistió?
Primero se constituyó el comité COVID-19 del que nosotros formamos parte y en conjunto con otras unidades del hospital empezamos a analizar cómo evitar el contagio de nuestros funcionarios y pacientes. Rápidamente se comenzó la distribución de elementos de protección personal y la capacitación para su adecuado uso. Tuvimos que revisar todos los aforos porque nuestro hospital es muy antiguo, de los años 30, por lo que las capacidades físicas son limitadas. Hubo que reducir aforos en lugares donde ya estaban muy reducidos, lo que nos llevó a implementar el teletrabajo, tarea que tampoco fue fácil porque somos un hospital que todavía funciona en el papel, por ejemplo, no contamos con ficha electrónica. Nos costó mucho comenzar con el trabajo remoto, lograr que las reuniones ya no fueran presenciales, porque era un estilo instaurado y difícil de modificar.
También se tuvieron que modificar los horarios de colación, otra cosa compleja, porque justamente ese era un espacio de relajación, donde comer todos juntos también era una acción de autocuidado, pero ya no se puede hacer así. Hay turnos para comer, turnos de limpieza y ventilación. Y así se fue transformando todo el estilo de funcionamiento. Pero es un trabajo que no hemos realizado solos, trabajamos muy de la mano con la Unidad de Epidemiología, donde hay equipo multidisciplinario muy potente y con las enfermeras de la Unidad de Infecciones Asociadas a la Salud (IAAS).
¿Todo esto con la misma cantidad de personal?
No, fue necesario ampliar el equipo y contratar más personas. Éramos 10 funcionarios en la unidad de salud ocupacional antes de la pandemia y actualmente somos 15.
¿Con equipo más grande, que otras cosas han logrado implementar?
Implementamos dos cosas innovadoras: la “Brigada Covid”, que es un equipo multidisciplinario que realiza rondas inspectivas, no con fin punitivo sino más bien informativo. Ellos recorren el hospital aclarando dudas, entregando información y revisando que se cumplan los protocolos asociados a COVID-19, principalmente en espacios comunes, lo que ha resultado muy bien.
También implementamos el “Equipo de Vigilancia Covid”. Ellos son profesionales que trabajan de lunes a domingo, en turnos de 8 a 20 horas y vía telefónica hacen todo el seguimiento de nuestros funcionarios que son casos positivos y contactos estrechos.
SALUD MENTAL, LA OTRA PANDEMIA
Danisa Lafferte comenta que la OIT hizo informe que describe los principales riesgos a que estamos expuestos por el Covid-19 y destacó que además de los riesgos biológicos estamos expuestos a un aumento del estrés, de violencia y de acoso laboral. En ese sentido instauraron un programa de primeros auxilios psicológicos, que comienza con un fin preventivo, pero hace todo el seguimiento y tratamiento si es necesario.
¿En qué consiste este programa?
Tenemos dos psicólogos dedicados exclusivamente a atender a nuestros funcionarios en forma presencial, ellos también están trabajando en turnos de lunes a domingo, de 8 a 20 horas. En este momento tenemos cien personas en tratamiento y varias ya en lista de espera. Sin duda, esto es mayor también a lo esperado, porque la nueva pandemia que nos acompaña y seguramente seguirá presente, son las enfermedades asociadas a la de salud mental.
Además, hay otra psicóloga que atiende a los funcionarios que se encuentran en cuarentenas por Covid-19
¿Esto es iniciativa propia de ustedes o una definición ministerial?
Esto es algo que nosotros implementamos por lo que fuimos viendo y nos fue preocupando entre nuestros funcionarios.
El Minsal está en deuda en este sentido, porque debería crear un plan de trabajo en salud mental enfocado en los funcionarios de la salud. En este sentido tampoco se ha trabajado preventivamente.
Las condiciones ambientales son complejas y extremas. Atender y ver diariamente morir a tus pacientes no es fácil. No sabemos qué pasará con este virus. La vacuna nos dio tranquilidad a nosotros, pero a otros les entregó relajo, lo que terminó con un desastre. El Gobierno debe entender que no sirve implementar más camas UCI, si no tiene el personal adecuado. El foco debe estar en la prevención.
Ustedes están preocupados de cuidar a sus compañeros de hospital. La Función es prevenir, ayudarlos y protegerlos, pero ¿quién cuida de ustedes, de tu equipo? ¿O cómo se cuidan?
Una primera medida que nos ayudó fue el cambio de espacio físico, se arrendó una casa fuera del hospital, lo que nos permitió tener más espacio para cada trabajador y estar todos juntos, ya que antes estábamos repartidos en distintos lugares. Esto ayudó para que el Subdepartamento de Calidad de Vida, del que somos parte, estuviera más cerca, así el trabajo en red se hace más fácil, porque nosotros trabajamos de forma presencial.
Procuramos hacer pausas saludables cuando se puede, en ocasiones una vez a la semana, a veces solo podemos una vez al mes, pero lo intentamos.
Almorzamos al aire libre, todos a la misma hora, pero con el debido distanciamiento y respetando los aforos, en ese sentido somos privilegiados, porque en otros sectores del hospital eso no es posible. Antes almorzábamos cada uno frente a su computador.
¿Qué mensaje le gustaría entregar?
En el día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, creo importante destacar que las políticas públicas deben centrarse en el trabajo seguro, saludable y digno, en “cuidar a los que cuidan”, eso es la base para que el sistema de salud siga funcionando y resista esta pandemia.