Karin Solís, Seremi de Los Lagos: DE LA GESTIÓN CLÍNICA AL LIDERAZGO DIRECTIVO EN SALUD PÚBLICA
Karin Solís, Seremi de Los Lagos: De la gestión clínica al liderazgo directivo en salud pública
Karin Jacqueline Solís Hinojosa, Seremi de Salud de Los Lagos, comenzó su carrera como Técnico en Enfermería (TENS), profesión que ejerció durante cinco años antes de estudiar para convertirse en enfermera. Fue mamá muy joven, lo que la llevó a enfrentar desafíos personales y económicos. Lo mismo la convirtió en una mujer resiliente y motivada por mejorar la calidad de vida de su familia y servir a la comunidad. Trabajó en un hospital de baja complejidad, donde asumió múltiples roles y adquirió una formación integral.
A lo largo de su carrera, Solís ha invertido en su capacitación profesional, buscando siempre mejorar en su campo y tiene la convicción que las enfermeras y enfermeros tienen la capacidad para ocupar cargos directivos. “Nuestra disciplina es integral; no solo se enfoca en la gestión clínica y de cuidados, sino también en la gestión administrativa y la constante búsqueda de información”, destaca.
Desde el inicio de su carrera, Solís ha demostrado que las enfermeras y enfermeros pueden asumir roles directivos. “Mi formación y experiencia en gestión clínica me permitió adquirir rápidamente habilidades directivas y asumir responsabilidades mayores, como la administración de recursos humanos”, explica. Actualmente, dirige la Seremi de Salud de una extensa y diversa región que abarca cuatro provincias y más de 900.000 habitantes, lo que ha supuesto un desafío adicional para la autoridad sanitaria. “Ha sido un gran reto, ya que la cartera de salud siempre tiene mucha contingencia, atendemos en la región de Los Lagos a una población con alta ruralidad e índices de pobreza (19% aproximadamente)”.
Solís enfatiza que su éxito en la dirección de la Seremi se debe en gran parte a la preparación que su carrera le ha proporcionado. Sin embargo, también reconoce las barreras culturales que ha enfrentado como enfermera en un espacio históricamente dominado por médicos. “He tenido que demostrar constantemente que no solo los médicos tienen las habilidades para desarrollar esta gestión. Existe un costo cultural; siempre se espera que las enfermeras demuestren su conocimiento y manejo técnico”, comenta.
Además, destaca que la visión integral de las enfermeras y enfermeros se alinea perfectamente con los lineamientos del actual plan de gobierno, que busca abordar las inequidades y trabajar con las poblaciones más vulnerables. “Nuestra lógica como enfermeras, que se centra en el cuidado de la vulnerabilidad y la atención a las inequidades, encaja con la orientación del gobierno”, afirma.
Uno de los mayores desafíos que ha enfrentado durante su gestión ha sido la reorganización de la Seremi tras la pandemia de COVID-19. “Asumí en un momento crítico, justo cuando terminaba la alerta sanitaria. Tuvimos que reordenar y reorganizar toda la Seremi, adaptándonos a una nueva normalidad y optimizando recursos preexistentes para cumplir con los objetivos sanitarios”, relata.
Para Solís, el liderazgo de las enfermeras y enfermeros en la gestión de salud no solo es posible, sino necesario. “Las enfermeras trabajamos con la medicina basada en evidencia y tenemos un enfoque muy prolijo y detallado en la toma de decisiones. Esto nos permite aportar de manera significativa en la dirección de la salud pública”, asegura.
El compromiso de la Seremi con la promoción de la salud y la prevención de enfermedades es otro aspecto clave de su labor. Actualmente, bajo su liderazgo, se están fortaleciendo programas de inmunización y vigilancia epidemiológica en toda la región, que incluye áreas con alta ruralidad, insularidad y pobreza. Además, se están implementando proyectos históricos, como la instalación de un centro oncológico regional en Puerto Montt, que no solo beneficiará a la región, sino también a Aysén y Magallanes.
Solís concluye con un mensaje para las futuras generaciones de enfermeras y enfermeros: “Es fundamental ser proactivas y responsables. No solo se trata de presentar problemas, sino de proponer soluciones concretas que ayuden a mejorar el sistema de salud. Las enfermeras tenemos la capacidad y el liderazgo para asumir cargos directivos y contribuir de manera significativa al bienestar de la comunidad”.