DEPRESIÓN EN CHILE: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA NO RESUELTO
En el “Día mundial de la lucha contra la depresión”, que se conmemora cada 13 de enero, es importante preguntarnos: ¿Cómo estamos en Chile?
Sin lugar a duda, hay avances en el diseño de políticas públicas, como los programas de Salud Mental que establecen medidas de atención a grupos de la población que requieren cuidados especializados en esta área. Esto debido a la responsabilidad que le compete al Estado frente al alarmante incremento de cuadros de depresión en los diferentes grupos etarios, sumado al alarmante incremento de la tasa de suicidios y de intento de suicidio ¿Serán estas medidas suficientes?
Uno de los mayores problemas que se presenta en el país es el bajo número de especialistas en psiquiatría infantojuvenil y adultos para cubrir las necesidades de diagnóstico y tratamiento de quienes lo requieren. Según el Registro Nacional de Prestadores Individuales de Salud, hay 2.240 especialistas psiquiatras registrados, de cuales, 484 se especializan en la atención de niños, niñas y adolescentes. Entonces, ¿por qué la cobertura es tan baja con esa cantidad de especialistas? ¿Dónde están? Si bien hay una buena cifra, ¿por qué escasean en el sistema público? Aquí la evidencia: de acuerdo con información del Ministerio de Salud, en la actualidad hay 1098 psiquiatras en el sistema público: 789 especialistas en el área de adultos y 309 en psiquiatría infantil.
En el contexto pospandémico ha habido un aumento de consultas por salud mental. Al 30 de septiembre del 2024, había 23.669 personas en lista de espera para una consulta psiquiatra de adultos y 14.018 para una consulta infantil o adolescente.
En cuanto a la disponibilidad de camas en la red pública de salud, existen 1.128 camas en 50 establecimientos que cuentan con una Unidad Hospitalaria de Cuidados Intensivos en Psiquiatría (UHCIP), de las cuales 943 están en UHCIP adultos y 185 en UHCIP infantojuvenil.
Del simple análisis de estos datos, se evidencia que la disponibilidad de camas y especialistas no es suficiente para la atención de la población que lo requiere. Muchos quedan sin acceso a consulta psiquiátrica o tratamiento, enfrentando dificultades para conseguir hora. Algunos deciden enfrentar el problema solo, mientras otros no tienen cobertura en su plan de salud o no puedan pagar sus medicamentos debido a su alto costo.
¿Qué debe suceder para que estas personas puedan acceder a una atención digna?
Es preocupante analizar que se quieren implementar políticas en salud mental, pero no hay infraestructura, personal capacitado y existe una evidente fuga de médicos al sistema privado. Y, lo más importante, el presupuesto es insuficiente.
El Estado y el gobierno de turno tienen el deber ineludible de responder a este llamado de auxilio. Ignorar la situación y permanecer inmóviles mientras las tasas de suicidio siguen en aumento no puede ser la única respuesta, acompañada únicamente de un mensaje simbólico cada 13 de enero.
Juzgue usted.
CECILIA SERRANO OLAVARRÍA, DIRECTORA EJECUTIVA FENASENF