“CAPACITARSE EN LENGUA DE SEÑAS ES UNA FORMA DE HUMANIZAR EL CUIDADO”

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Recién egresado de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile, Pablo Corvalán Ling, San Bernardino de corazón, se define con capacidad de liderazgo y mucha empatía, características que le permitieron ser presidente del Centro de Estudiantes de Enfermería, en su universidad.

Una situación específica y complicada en su internado, lo hizo reaccionar y motivarse a extender sus conocimientos. “Mi principal motor para aprender la lengua de señas fue un paciente con discapacidad auditiva. Me sentí incompetente al no tener la capacidad de comunicarme con él. Muchas veces me preguntaba ¿cómo atiendo a mi paciente de la mejor manera, si ni siquiera le puedo preguntar cómo se siente hoy? Así que decidí ser el mejor mimo del mundo para intentar comunicarme, pero díganme ¿cómo se explica con mímicas a un paciente, ¿que se le va a realizar un electrocardiograma? Días después tomé la determinación de inscribirme en un curso que ofrecía la empresa Red Apis, a través del ´Círculo de Titulados´ de mi universidad. Postulé a una beca y pude acceder a esa capacitación. Además, empecé a revisar cada vídeo de YouTube en lengua de señas que había. Practiqué mucho, me inventaba diálogos solo”.

Este año Pablo pretendía continuar con su capacitación, pero tuvo que postergarlo a raíz del Covid-19. Comenzó a investigar por su cuenta, para seguir aprendiendo y así poder aportar desde la enfermería, en lengua de señas. Comenta que encontró poco material, por lo que decidió aventurarse a realizar un video educativo que subió a sus redes sociales.

Después que subí mi video a Instagram y Facebook, yo esperaba recibir 40 likes y sin desmerecer a los fieles comentarios de mis tías felicitándome. Pero de a poco lo fueron compartiendo, había mucha gente comentando, cuando iba en 80 likes yo ya estaba celebrando mi rotundo éxito. Posteriormente lo compartieron muchas organizaciones como la Federación Nacional de Enfermeros y Enfermeras de Chile, el mismo Colegio de Enfermeras, Chile Crece Contigo, la Federación Panamericana y del Caribe de los Profesionales de Enfermería, entre otras y muchas otras. Ya no eran 80 likes, sino que ya estaba por sobre las 100.000 interacciones solamente en Facebook, mucha gente de otros países me escribió, durante una semana mi celular no dejó de sonar. Hasta hoy en día no me explico la revolución que tuvo mi video, yo lo realicé desde la vereda del respeto a la comunidad y consciente de que todavía me falta mucho por aprender, en relación con la lengua de señas”.

Sin duda, Pablo es un enfermero que se ha sensibilizado profundamente con el tema de la discapacidad auditiva y lamenta la escasa consideración que existe para quienes viven con esta condición. “Me gustaría decir que hay inclusión, pero siento que es tapar el sol con un dedo. Les pregunto a las personas que leen esto, ¿saben signar algo tan simple como presentarse, decir hola, buen día, soy enfermero? Lo más seguro es que sólo llegarán hasta el “hola”. Al realizar este ejercicio me di cuenta de que soy enfermero para un cierto grupo de la población y no para todos. Falta generar conciencia, como profesionales de la enfermería debemos ampliar nuestros cuidados a quienes se comunican de forma diferente. Quizás no le encontrarán la utilidad al principio, pero cuando deban atender a un paciente que sea hipoacúsico o sordo, sentirán la impotencia y ese será el motor de cambio, como lo fue en mi caso”.

Pablo no sólo quiere seguir aprendiendo, ve esto como una necesidad y desafía a sus colegas a seguir su camino. “Invito a los demás profesionales a capacitarse en lengua de señas, enriquece el alma y es sólo una forma de ampliar los cuidados humanizados”.