CARTA PÚBLICA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
S.E. Sebastián Piñera Echeñique
Presidente de la República de Chile.
En estos difíciles momentos de crisis social y política que enfrenta nuestro país, las enfermeras y enfermeros del sistema público de salud, reiteramos que se hace necesario instalar medidas concretas en el debate presupuestario de salud.
Debe haber un cambio Constitucional en el sentido que se establezca la Salud como un Derecho, lo cual obligará al Estado a destinar recursos suficientes para dar atención a las necesidades y a las demandas de cuidados dignos de salud, que la población en su conjunto merece.
Eso permitirá establecer dotaciones de funcionarios seguras de atención y contar con un presupuesto suficiente, respondiendo a la real complejidad de los pacientes.
Para dar sustento a ese importante cambio, serán necesarias reformas tributarias que permitan la recaudación del Estado, para dar solución a las necesidades relacionadas con las determinantes biopsicosociales, que impactan en la salud de la población, como son la educación, la vivienda, los servicios básicos, etc.
El aumento del aporte estatal para el mejoramiento de las pensiones básicas solidarias no es una solución, ya que no produce el cambio estructural necesario para asegurar a todos los trabajadores una pensión digna.
Será necesaria la definición de un sistema tarifario que evite los abusos en las cuentas asociadas a los servicios básicos como el transporte público, electricidad y la distribución del agua potable. Garantizar la gratuidad del transporte para estudiantes y adultos mayores sería muy bienvenido.
El aumentar el sueldo mínimo a cargo del empleador, sin involucrar costo fiscal, va en la línea que nuestra organización propone.
Mantener el sistema de seguros y subsidios para salud, medicamentos y otros, solo perpetúa la fuga de recursos públicos hacia la empresa privada, desprotegiendo el presupuesto público y aumentando el gasto de bolsillo de los chilenos. La solución a esto último se logra regulando el mercado de las farmacéuticas, adecuándolo a los valores internacionales.
Todas las determinantes sociales anteriormente expuestas son reconocidas como factores que afectan directamente en el estado de salud/enfermedad de las personas, por lo que, estando controladas y manejadas, tendremos una población más sana y productiva para el país que queremos.
Las enfermeras y enfermeros somos parte de la población que demanda su atención; rechazamos la presencia de fuerzas militares en las calles y la vulneración de los Derechos Humanos de cada uno de los habitantes de este país. Así también somos parte del contingente que se encuentra en sus puestos de trabajo, para atender a quienes requieren de nuestros cuidados.
Por el bien de nuestro país, convoque al diálogo y que perdure el criterio, el sentido del bien común que la sociedad espera y necesita.