
Catherine Poblete, Enfermera de Procuramiento: “SOMOS UNA RESIGNIFICACIÓN A LA MUERTE”
Las enfermeras/os acompañan y cuidan en todo el proceso vital, pero es justamente en el área de procuramiento, donación de órganos y tejidos; donde esto se hace más patente, porque es aquí donde el profesional de enfermería pasa de acompañar a la familia de un ser que fallece, a entregar el órgano para que otro pueda continuar viviendo. “Somos una resignificación a la muerte”, declara Catherine Poblete, quien tiene la responsabilidad de hacer que los familiares vean lo que significa que su ser querido done los órganos para un trasplante.
“Recién una vez certificada la muerte, a través de todas las vías correspondientes, nos acercamos a la familia del posible donante. Es el único momento en que podemos abogar por las personas que están esperando salvar su vida. Y aunque actualmente en Chile todos somos donantes, a no ser que hayamos declarado lo contrario en una notaría, siempre respetaremos la voluntad de la familia”, agrega Catherine. Sin embargo, recalca que es la oportunidad de dar un nuevo significado al fin de la vida, porque de da la posibilidad de ayudar a recomenzar otra vida. “Muchas veces, a pesar de la pena que embarga a las familias de los donantes, se sienten agradecidos de poder aportar y sentir que su ser querido que parte, realiza este último acto de amor”.
¿En qué consiste el proceso?
Sólo el 2% de las personas que mueren en Chile pueden ser donantes, ya que el criterio es que sea por muerte encefálica, certificada al menos por dos procesos distintos. Además, es necesario certificar en forma orgánica también, con test de apnea. Esto consiste en colocar ventilador mecánico al 100% por 10 minutos. Luego se desconecta al paciente y se deja con una sonda de flujo de 6 litros por segundo, de soporte. Como la máquina ventilatoria ya no está ejerciendo presiones para que la persona pueda respirar, si no tiene impulso de respiración, se ve que el paciente no respondió y no hubo signos clínicos, esperamos los resultados de muestras de sangre, que confirmen completamente la muerte. Recién ahí podemos acercarnos a las familias y hablar de donación.
Para comenzar el trabajo de pabellón, tenemos que esperar que todos lleguen al mismo tiempo, la cirugía parte en corazón y pulmón, si además se donaron tejidos la cirugía puede durar 10 o 12 horas. Cada uno de los equipos va con su procuradora y todas vamos asistiendo en nuestros procesos. Les indicamos cómo deben embalar los órganos, colocamos los hielos en cajas y también vamos viendo la cantidad de hielo estéril. Una vez embalados todos los órganos, el último que cierra el cuerpo es el urólogo. Nosotras dejamos listos los órganos y se van a los hospitales que correspondan.
¿Por qué esta función la desarrolla una enfermera y cuál es la importancia que lo haga este profesional?
Los equipos de procuramiento están liderados por un médico, pero el único profesional que participa del proceso completo de principio a fin es la enfermera/o. Ningún otro profesional tiene en su quehacer los cuatro roles que ejercemos, tan integrados como nosotros. Y en este trabajo se realizan todos: clínica, gestión, investigación y docencia. Sabemos gestionar fluidamente todo.
Somos las gestoras del proceso, referentes técnicos y tenemos el deber de velar porque se cumpla con todos los procedimientos como corresponde.
¿Por qué en su mayoría son mujeres?
Nosotros somos la carrera que encarna la energía más femenina, tenemos la sensibilidad necesaria que con la experiencia se va fortaleciendo. Uno conecta con los familiares desde otra palestra.
¿Existen debilidades en el proceso?
Sí como en todo. Falta voluntad política para avanzar, reconocimiento al quehacer enfermería. La unidad de procuramiento es la encarnación de la enfermería misma, está muy precarizada, siendo el espacio más invisible de enfermería. Se subestima bastante nuestro trabajo. Piensan que no hacemos mucho o que eres algo así como la muerte que anda dando vueltas. Pero la verdad es que trabajamos mucho. Hay días en que duermes una hora cada doce, para poder mantenerte.
En la mayoría del país, esto funciona 24/7, es decir, las enfermeras debemos estar disponibles vía llamado las 24 horas y eso no se visibiliza, son horas extras que no siempre se pagan, porque es difícil documentar las horas telemáticas. Una vez incluso, debí trabajar 75 horas semanales.
¿Qué es lo que más valoras de este trabajo?
Poder participar del proceso completo. Como procuradoras nos debemos encargar de todos los detalles, de principio a fin. Acompañar a las familias, ver que el cuerpo quede lo más digno posible, ojalá hermoso. Por ejemplo, si el paciente donó sus corneas, se buscan telas de suturar más pequeñas para que parezcan pestañas, porque hay de color negro. Luego vamos a anatomía patológica a juntarnos con la familia que asiste a retirar el cuerpo y ahí hacemos un cierre del evento. Conversamos de cuanto pudieron ayudar, muchas veces es muy bonito, porque las familias, aunque tristes, llorando, están muy agradecidas de saber que su familiar está todavía en plano terrenal aportando en la vida de otro ser humano, y hace que resignifiquen la muerte.