DECLARACIÓN PÚBLICA: UNA NUEVA SALUD PARA CHILE
Frente a la demanda transversal y prioritaria de la ciudadanía exigiendo que se garantice el derecho humano a la salud, en condiciones de mayor dignidad, equidad, calidad, oportunidad, integralidad e inclusión, y a la propuesta gubernamental de reforma en salud denominada “Mejor Fonasa”, la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile, FENASENF, plantea y propone lo siguiente:
Es imprescindible, al hablar de una reforma en salud, reconocer uno de los elementos fundamentales que propiciaron el descontento y la indignación ciudadana: la incapacidad del modelo de salud chileno, de carácter neoliberal y fuertemente biomédico, de dar respuesta a las necesidades básicas de acceso oportuno y de calidad a la salud.
Las listas de espera, las diferencias entre una salud para ricos y otra para pobres, el alto gasto de bolsillo en medicamentos y otras prestaciones sin cobertura garantizada, son condiciones que hoy nos exigen una transformación profunda del sistema, haciéndonos cargo como país de las determinantes sociales en salud y terminando con la lógica de los dos sistemas administradores vigentes. El proyecto de ley propuesto por el Gobierno no da cuenta de la trascendental reforma que necesita Chile, perpetuando el lucro en salud.
Proponemos un solo Sistema Universal de Salud, que sea Público, Integrado, Solidario, con financiamiento, a través de recursos del Estado, además de la cotización de todas y todos los trabajadores, en un único fondo y en donde los entes privados tengan un rol de prestadores complementarios. Para ello, se hace urgente una discusión responsable del tema, con la participación vinculante de la sociedad civil y una ampliación importante del presupuesto del sector, alcanzando en el corto plazo un mínimo de 6% del PIB para Salud y un mínimo de $10.000 per cápita para la Atención Primaria, adecuándose al gasto real para cubrir las necesidades de la población.
FENASENF propone mejorar la gestión, producción y eficiencia del sector, a través de la inyección de recursos en personal y haciendo más y mejor uso de las infraestructura pública disponible e invita al Ejecutivo, y con la misma fuerza al Congreso Nacional, a suspender la tramitación legislativa del conjunto de proyectos que componen la reforma propuesta por el Gobierno y considere nuevos espacios de debate por un sistema de salud que responda efectivamente a las necesidades de la población: salud digna, pública y universal, con garantías de calidad y oportunidad.
En definitiva, entender la salud como un derecho humano fundamental que, sin duda, deberá estar garantizado explícitamente en la nueva Constitución que prontamente construiremos entre todas y todos.