ENFERMERA ESCOLAR: LA CLAVE PARA PRESERVAR LA SALUD DE LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL

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La historia del Colegio Corazón de María de Antofagasta – perteneciente a la fundación Padre Mariano Avellana – tuvo un antes y un después desde el 2020. Con la llegada de pandemia al fin pudieron concretar la incorporación a su equipo de una enfermera, tal como relata la directora del establecimiento, Melany Ocaranza. “Desde el 2011 ya se notaba la necesidad de contar con una enfermera o enfermero dentro del recinto. Había una Enfermería Escolar “muy precaria”, ya que no se podían definir diagnósticos o tratamientos para los estudiantes, solo daba asistencia. Veíamos la necesidad urgente de un profesional por situaciones ocurridas como accidentes y en la línea de la prevención con adolescentes.  También requeríamos directrices en cuanto a cuidados personales de nuestros estudiantes, funcionarios y padres y apoderados”.

 

Fue así que en junio de 2021 se creó el Servicio de Enfermería del establecimiento, a cargo de la enfermera Carla Ramos – egresada de la Universidad de Antofagasta -, quien implementó la unidad prácticamente desde cero y tuvo la misión de revisar los protocolos con respecto a la pandemia, tanto para estudiantes como funcionarios. “Comenzamos a crear e incorporar a los distintos organismos, la figura de la enfermera como el PISE (Plan Integral de Seguridad Escolar), RICE (Reglamento Interno de Convivencia Escolar) y su intervención en apoyo del equipo PIE y de orientación. Allí inicié la asesoría para poder intervenir y ayudar a lo/as alumno/as, quienes estaban super desconectados de la realidad académica, con muchísimo temor pero con ansias por volver a reencontrarse con sus compañeros”, cuenta la profesional.

 

Además tuvo que asumir el cargo de encargada de salud, la cual hace la conexión con las prestaciones que otorgan los agentes externos. “Por ejemplo, tuve que informarme sobre el proceso de vacunación para lo/as estudiantes y todo lo concerniente a la toma de exámenes. Igual, lamentablemente, el retorno a clases presenciales mostró varias consecuencias negativas que sufrieron lo/as alumno/as durante la pandemia, especialmente con problemas de salud mental graves, entonces  tuvimos que buscar conexiones externas para resolverlos”.

 

La labor de la enfermera escolar, detalla Carla, “es fundamental para el tratamiento y primeras atenciones de NNA, donde tanto padres como estudiantes sienten mucha más tranquilidad y seguridad de ingresar al establecimiento. Además se puede trabajar bastante en la educación y promoción de la salud, lo cual es muy útil para ocuparse de la prevención de enfermedades también. Todo esto es una herramienta efectiva tanto en estudiantes como en toda la comunidad escolar, para mejorar su salud y los conocimientos sobre ella”.

 

Melany lo corrobora. “Desde mi mirada como directora, siento que al contar con un profesional de la salud de forma interna, ha habido una mayor confianza de nuestros padres y apoderados en este contexto de pandemia. Hay una constante preocupación y ocupación por cada uno/a de nuestro/as estudiantes, para que estén bien”.

 

Con una matrícula de 1.107 estudiantes desde los 4 años (transición) hasta los 18 (4to medio), el colegio particular subvencionado tuvo un régimen escolar híbrido el año pasado y un logro muy importante: sólo hubo un estudiante contagiado por Covid, como precisa la directora, quien además, cuenta cómo cambió para mejor la seguridad escolar. “Notamos inmediatamente resultados positivos. Hoy contamos, por ejemplo, con una sala de aislamiento que ha sido una gran ayuda por situaciones que se han presentado, pero además, en esta integralidad, los profesores ahora cuentan con el dominio necesario ante ciertas situaciones que pudiesen ocurrir dentro de la sala de clases. Gracias a la incorporación de una enfermera ha sido posible establecer una escolaridad segura.”

 

Asimismo destaca que el Plan de Funcionamiento del colegio ahora tiene las directrices de la enfermería, porque no podían funcionar desde el área técnica pedagógica si no tenían directrices claras de cómo iba a ser la estadía segura de niños y niñas en el colegio, partiendo por el ámbito de la prevención para poder evitar un posible contagio.

 

Carla agrega que dentro de sus labores también estuvo solicitar la obtención del Sello Covid de la ACHS, que garantiza que se cumplen todos los protocolos exigidos por el ministerio.

 

 

¿Algún mensaje que quieran dar?

MO: Creo que es importante concientizar sobre la suma importancia que tienen los profesionales de la salud en los establecimientos educacionales, que no sólo se le visualice como un profesional asistencial que dará los cuidados a quienes lo necesiten, sino que también, como quien desarrolla un trabajo en la prevención y no sólo en el ámbito de los adolescentes, sino que también de niños y niñas. Creo que es necesario que desde el Gobierno se ocupen de esta necesidad. Por ejemplo, así como se entregan subvenciones para la contratación de profesionales de educación, podría haberlas para contratar personal de salud. Pienso que la enfermera escolar es absolutamente necesaria y debería ser parte del área educacional.

 

CR: Sería un logro muy importante que se extendiera la integración de una enfermera escolar en los colegios, porque insisto, es un soporte experto en prevención y promoción de salud de todos y todas. Además podría ver y ayudar en la realidad de cada comunidad educativa de forma particular.