
ENFERMERAS REFUGIADAS: ABANDONARON EL HOGAR PARA PROTEGER A SUS FAMILIAS
Todo lo que en estos momentos ocurre en el mundo puede parecer la trama de una película de ciencia ficción, pero es la realidad que estamos viviendo y a la que nos estamos enfrentando día a día. Y si bien todos tenemos temor, quienes deben estar en la primera línea y conocen en profundidad como cuidarse, no están exentos del miedo y la angustia. Son los trabajadores de la salud, muchos de los cuales incluso por ese sentimiento han tomado decisiones tan drásticas como alejarse de sus hogares, con el objetivo de seguir cumpliendo sus funciones, sin el riesgo de exponer a sus familias a un posible contagio, en especial quienes viven con adultos mayores o personas con patologías crónicas.
A continuación, algunas historias de quienes han abandonados sus hogares para proteger a sus familias:
*Soy enfermera de la Urgencia del Hospital Regional de Antofagasta. Vivo con mis padres, ambos crónicos, mi hija y mi esposo que es asmático. Día a día, desde que se declaró la pandemia por COVD-19, vivo con la constante preocupación que los pueda contagiar, he sido rigurosa, pero no es suficiente. Esto, afecta enormemente mi salud mental, el insomnio y la angustia comenzaron a hacerse presente en mi diario vivir. Hoy me encuentro buscando arriendo junto a otros colegas. No podemos exponer a los seres que más amamos.
*Soy enfermera de la Urgencia Hospital Regional de Antofagasta. Vivo con mi familia y mi madre, ella adulta mayor y que presenta diversas patologías crónicas. Desde el momento que se declaró el primer caso de COVID-19 en nuestra región, me vi enfrentada a tomar la decisión de alejarme de ellos por temor a ser un agente portador de la enfermedad. Ahora estoy refugiada donde otros familiares sin factores de riesgo, pero sigo aplicando la normativa de mantener el aislamiento dentro de la misma vivienda. Sin embargo, hace una semana, en el lugar de trabajo de una de las personas que me acogieron, comenzaron a aplicar una encuesta previo ingreso a su faena. Una de las preguntas refería lo siguiente ¿usted vive o comparte domicilio con alguna persona que trabaja en áreas de la salud, laboratorios o centros médicos? A lo cual ella respondió con sinceridad que sí. Posterior a eso se le negó el ingreso a dicha faena, por el riesgo de ser un portador de contagio.
Esta razón me lleva a tener que alejarme definitivamente de mi grupo familiar y ser acogida por la buena voluntad de una colega de nuestra Unidad.
Es lamentable vivir esta situación. Estamos a diario viviendo emociones muy fuertes, enfrentando situaciones de muy difícil manejo y no poder llegar a casa donde sabes que te esperan para recibir ese amor que te llenaba de energías para continuar, es complejo.
Hoy solo nos reconforta saber que aportamos día a día en el cuidar de nuestros pacientes y saber que nuestro granito de arena puede salvar vidas, salvar a nuestra gente. POR ESTO MISMO LLAMAMOS A QUEDARSE EN CASA Y EVITAR SALIR, EL PERSONAL SANITARIO NO PUEDE, Y LUCHA DIA A DIA POR LA SALUD DE TODOS.
*Mi nombre es Romina Navarro y soy enfermera desde hace 15 años, una de las decisiones más lindas que he tomado. Pero desde hace ya casi un mes, mi vida tuvo un quiebre emocional, en común acuerdo con marido, privilegiamos el amor y protección hacia mis padres y mis hijos, decidiendo que mis hijos se irían a vivir con sus abuelos por un tiempo indeterminado. Asumiendo que no podré, ni abrazarlos por el tiempo que dure esta pandemia.
Para los que son padres se imaginarán lo difícil que es llegar a casa y sentir ese vacío, tanto físico como emocional. La pena y angustia de no saber cuándo nos volveremos a ver; la comunicación con ellos es sólo por teléfono, video llamadas e incluso aprender a jugar juegos online (Roblox) para poder sentir que estamos en línea los 4.
Soy una mujer fuerte, con mucha red de apoyo. Entre colegas en la misma situación nos damos fuerza, hacemos catarsis, pero nunca es suficiente. Hay días que la sensibilidad está a flor de piel, hay días en que uno trata de esconder la pena y cambiarla por una sonrisa, porque se entiende que hoy es momento de alentar a nuestros pares que sienten miedo al igual que nosotros, pero cada día se hace más difícil, esconder las lágrimas, la pena estar lejos de los hijos es y creo que será una de las decisiones más fuertes. Pero a la vez es una decisión llena de amor hacia aquellos por los cuales entregamos un servicio de cuidados
QUÉDENSE EN CASA POR TI, POR MI, POR TODOS.
AQUELLOS QUE HEMOS TENIDO QUE TOMAR DECISIONES TAN EXTREMAS …NO TENEMOS OTRA OPCIÓN.