TESTIMONIOS: UNA ENFERMERA-BOMBERA Y DOS ENFERMEROS – BOMBEROS A UN AÑO DE PANDEMIA

UNA ENFERMERA AL RESCATE

ENFERMERA PILAR PULGAR GONZÁLEZ.  37 años, coordinadora de Emergencias y Desastres del Servicio de Salud Atacama. Es miembro de la 2da Cía. De Bomberos Pompa Italia (especialista en Rescates) y del Cuerpo Bomberos de Copiapó. Este mes cumplió 10 años en la institución.

 “Ingresé a la 14 Compañía de Bomberos de Iquique recién egresada como enfermera de la UNAP. Con los bomberos aprendí a inmovilizar y de ahí en adelante la competencia técnica como enfermera ha sido un complemento para las labores de rescate y para las distintas emergencias a las que asisto como bombera. Hace 7 años estoy a cargo de la capacitación del Cuerpo de Bomberos de Copiapó y soy instructora de la Academia Nacional de Bomberos.

El cambio más notorio debido a la pandemia es que hemos tenido que aumentar las precauciones y cambiar la utilización de elementos de protección personal.  Además, en el caso de accidentes, el contacto se ha reducido a lo estrictamente necesario. Otro punto fue que en los primeros meses nos liberaron de hacer guardias y no podía acercarme al cuartel por ser persona de riesgo para el resto de los voluntarios. Esto último no se mantuvo ya que el Cuerpo de Bomberos tomó medidas estándar para la prevención de contagio dentro de todos los cuarteles.

Me tocó coordinar el proceso de vacunación para los bomberos de la región con la Seremi de Salud, además de estar a cargo de una residencia sanitaria y ser parte de un equipo de vacunación”.

 

 EXTRAÑAR A LOS COMPAÑEROS

 LUIS SEGUEL VALENZUELA. 30 años, enfermero clínico de urgencias de la Unidad de Emergencia del Hospital Clínico Herminda Martin de Chillán. Es miembro de la Cuarta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Chillán.

“Ingresé a mi compañía en marzo del año 2003 y el 2008, al cumplir la mayoría de edad me convertí en bombero y ya pude asistir a emergencias. En total llevo 18 años vinculado a la Cuarta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Chillán, donde he ejercido distintos cargos. Actualmente me desempeño como Tercer Comandante de la Institución.

Cuando se desató la pandemia, el trabajo fue muy incierto porque avanzó rápido y existía poca información. Había cambios constantes, por lo cual como bomberos debíamos funcionar sin quedarnos atrás. Así implementamos medidas como el uso obligatorio de equipos de protección biológica en todas las emergencias a las cuales asistimos y, principalmente, cuando se realiza atención directa a alguna persona. Hubo que implementar una supervisión más estricta para dar cumplimiento a los protocolos de cuidado. Otro cambio, y no menos importante, ha sido no poder compartir con nuestros compañeros de cuartel, no poder reunirnos periódicamente para compartir experiencias. Eso se extraña.

Mi experiencia como enfermero ha sido un gran complemento a mi labor como bombero. Me ha dado herramientas profesionales que se pueden extrapolar a ese mundo, en especial cuando se toman responsabilidades en la institución, como asumir cargos de gran responsabilidad donde se debe planificar un trabajo coordinado, eficiente y en equipo. También existen algunos conocimientos técnicos específicos del área de salud que, sin duda, complementan la atención de una víctima en alguna emergencia. Ser bombero me ha servido para desarrollarme académica y profesionalmente en mi vida”.

 

APOYAR LOS CAMBIOS DE CONDUCTAS DE LA NUEVA REALIDAD

MARIO ESTRADA ALVIAL. 47 años, enfermero reanimador del SAMU en el Hospital Base de Valdivia. Cuenta con más de 20 años de servicio de la Octava Compañía de Bomberos España de Valdivia. Instructor de la Academia Nacional de Bomberos, formador en el área de Salud y Rescate.

 “La enfermería ha sido un gran pilar para mi labor como bombero y en la actual emergencia sanitaria ha sido muy importante en el rol de influir en los cambios de conductas que hemos tenido que adoptar con esta nueva realidad y que afecta todos los ámbitos de la vida. Ha sido muy útil para apoyar en los protocolos Covid de cuidado y asistencia, y fortalecer todo lo que se requiere para las actividades propias de bomberos. El personal de salud ha sido fundamental en ello.

La principal diferencia que hay entre el hoy y la pre-pandemia, es la forma en que enfrentamos las emergencias y la reducción de personas en los cuarteles, el respeto de los aforos y la restricción de actividades propias. Si bien hubo una circular que restringió el ingreso de personas que trabajen en el área de la salud a los recintos de bomberos, cada uno adoptaba sus protocolos y en el caso nuestro, esa restricción no se ejecutó, toda vez que aplicamos medidas muy estrictas tanto en los ingresos como en las medidas de seguridad que se requieren. Además, hubo especial cuidado con las personas de riesgo que son parte de bomberos”.