TODO PARTIÓ CON EL DIBUJO EN UNA SERVILLETA

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La historia de cómo se creó el logo que hoy distingue y representa, a enfermeras y enfermeros de los hospitales públicos de nuestro país.

Eran tres compañeros de trabajo, tres amigos que soñaban con crear una organización que los representara exclusivamente a ellos y sus colegas. Sentían que las demandas específicas se diluían al estar en organizaciones con otros profesionales. Así fue como se gestó, la que creían, sería la primera asociación de enfermeras y enfermeros del país. En el proceso de su creación descubrieron que ya existía una en hospital Dipreca, pero el logo que hoy representa a todas las ASENFs, y a la federación que las agrupa-FENASENF, nació en una tarde de conversaciones y lluvia de ideas de estos tres jóvenes enfermeros. Carolina Oliveros Sáez, Samuel Riffo y Julio Reyes, que en ese entonces (2009) trabajaban, todos, en la Unidad de Medicina del Hospital Clínico Regional de Concepción Dr. Guillermo Grant Benavente.

“Yo pienso que, si no hubiéramos sido nosotros, quizás esto igual existiría, porque había ya una necesidad. Pero fuimos nosotros, porque teníamos el ímpetu de la juventud. Llevábamos pocos años de egresados y nos impulsó esa fuerza y deseo de construir un mundo mejor en el espacio que nos toca”, recordó Carolina Oliveros, hoy Supervisora del Hospital Modular de Campaña de la Región del Biobío.

¿Cómo nació la primera imagen que representa a la Asociación del Hospital de Concepción y que es la misma que hasta hoy se mantiene para todas las ASENFs y la propia Federación?

Se gestó de una forma más o menos anecdótica, porque nuestro primer boceto lo hicimos en una servilleta, en un restaurante de la ciudad de Tomé. Conversando e imaginando el futuro. Intentando definir una imagen y un concepto representativo. Así llegamos a la conclusión que la lámpara de enfermería es un símbolo que nos representa absolutamente y simboliza la luz que nosotros llevamos a todas las áreas en que trabajamos, por eso además la idea de que la lámpara fuera sostenida por las manos de una enfermera. El color azul, porque es nuestro color y el de las letras se eligió para que hiciera contraste y tuviera la fuerza con que ilumina la lámpara.

Ese boceto, yo lo pasé a un power point y comenzamos a usarlo en boletines informativos que entregábamos a los socios.

¿Cuándo estaban en ese proceso, se imaginaron que después otros hospitales imitarían la acción y que se lograría crear una Federación?

Era un sueño, pero nunca pensamos que se iba a concretar. En lo personal, yo nunca imaginé que llegaría a ser lo que hoy en día tenemos.

¿Qué siente al recordar esto y dimensionar lo que es FENASENF y sus ASENFs?

Me enorgullece haber estado en la génesis y ver concretada nuestra idea.

¿Y al ver su dibujo, plasmado en los logos de las asociaciones y convertida en la imagen oficial de la federación, representando a tantas enfermeras y enfermeros de Chile?

Me emociona, aunque nunca lo vi como algo personal, pero por supuesto que me siento orgullosa al ver que permaneció la forma inicial y se mantiene el sentido, y significado que quisimos darle.

¿Hoy en un nuevo aniversario de FENASENF, quisiera enviar un mensaje a sus colegas?

Mi mensaje sería que se esfuercen por mantener el espíritu que nos motivó a crear este gremio. Que sigan trabajando por mantener la unidad y no perder la esencia, sobre todo por el buen quehacer profesional.

A las enfermeras y enfermeros que no forman parte de una ASENF, que se asocien, porque la unión y la fuerza permite lograr que las demandas se conviertan en resultados. Y a los colegas de hospitales donde no existe asociación, que se organicen, porque es la única forma de alcanzar metas y objetivos comunes.

La servilleta dibujada ya no existe, el primer power point con el logo oficializado se perdió en un antiguo computador, pero aquellos jóvenes, visionarios enfermeros, siguen ejerciendo orgullosos y apasionados su profesión, y se mantienen como socios de su ASENF. Actualmente Samuel Riffo es el Coordinador de Oncología del Servicio de Salud de Concepción y Julio Reyes, Supervisor de Hematología del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente. Ya no trabajan juntos, pero se reunieron para fotografiarse para esta nota y recordar cómo se inició todo, en una tarde, en la ciudad de Tomé.