
CUANDO LA DESIDIA ESTATAL CONDENA A LA SALUD PÚBLICA
La infraestructura hospitalaria en Chile está en crisis y tanto trabajadores como usuarios estamos pagando un precio inaceptable. El Estado, lejos de enfrentar esta situación con la urgencia que requiere, ha mostrado una preocupante desidia frente a las necesidades básicas de nuestros hospitales, postergando una y otra vez las mejoras que son vitales para garantizar una atención digna y segura. No se trata solo de una falta de recursos, sino de la ineficiencia y la lentitud en la ejecución de los recursos para realizar reparaciones básicas pero esenciales, lo que nos tiene atrapados en un círculo vicioso que parece no tener fin.
Cada gotera que cae, cada sala que no cumple con los estándares mínimos, cada cama que se bloquea y niega la atención de usuarios/as, y cada equipo que no funciona como debería, es un recordatorio que las autoridades han dado la espalda a quienes dependen del sistema público de salud. Las promesas de inversión y mejora no se traducen en acciones concretas y mientras tanto, los trabajadores seguimos arriesgando nuestra seguridad en condiciones deplorables, que ponen en riesgo incluso nuestra vida, mientras los pacientes ven deteriorada la calidad de la atención que reciben.
No podemos seguir tolerando un sistema que ignora las condiciones de trabajo y expone a toda una comunidad a riesgos totalmente evitables. La falta de acción no es solo negligencia, es una forma de violencia institucional que afecta, sobre todo, a quienes no tienen otra opción más que confiar en el sistema público. No podemos seguir aceptando que las soluciones lleguen tarde o nunca. Es momento de exigir, con firmeza, que se cumpla con la obligación de garantizar una atención digna y segura para todos. Si el Estado sigue ignorando nuestras voces, no solo estará condenando a los hospitales al colapso, sino que firmará la sentencia de aquellos a quienes juró proteger. No necesitamos promesas vacías, necesitamos acción ahora, antes de que sea demasiado tarde
GLORIA DÍAZ MONTIEL
DIRECTORA NACIONAL DE FENASENF