MES DEL ORGULLO LGTBIQA+: UNA OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR
El origen del mes del Orgullo Gay se remonta a 1969, el 28 de junio de aquel año la policía de Nueva York allanó el bar gay Stonewall, lo que provocó manifestaciones y disturbios que se prolongaron por tres días. Esto dio origen a movimientos emergentes que luchaban por los derechos de los homosexuales. Nacieron así las primeras marchas del “Gay Pride” (Orgullo Gay), hoy denominadas marchas LGTBIQA+.
El acrónimo LGTBIQA+, hace referencia a las personas que son lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer y otras identidades de género como fluido y no binarias, es decir, que fluyen entre dos o más géneros, o no se identifican como hombres o mujeres. Es importante que todas las personas, de todas las edades y de los distintos sectores de la sociedad, nos informemos y eduquemos en estos aspectos, ya que así podemos generar conductas que vayan erradicando la discriminación, como la que hemos visto a lo largo de la historia, condicionando a estas personas a ocupar puestos de trabajos limitados, al abandono y aislamiento social, a diversos abusos institucionales públicos y privados, y a otras formas de discriminación que provocan afectación a la salud física y mental.
Como sociedad debemos propender a normalizar la condición de ser y/o convivir con personas LGTBIQA+, puesto que aquello es como tal, una orientación y no algo que constituya una vulneración para el derecho de cualquier persona ni menos una condición patológica. Hace ya 33 años años, aunque tardíamente, la homosexualidad fue eliminada de la lista de enfermedades psiquiátricas por la Asamblea General de Organización Mundial de la Salud.
Si bien es cierto que como país hemos avanzado en la instalación de políticas públicas y leyes que propenden a la igualdad de derechos, tal es el caso del matrimonio igualitario (ley publicada en el Diario Oficial el 10 de diciembre de 2021), debemos reconocer que como sociedad nos falta trabajar en los aspectos que promueven y culturizan las conductas discriminatorias aún arraigadas en las comunidades. El llamado es entonces a educarnos para convivir en un marco de respeto y tolerancia, por lo que este mes del Orgullo LGTBIQA+, constituye una oportunidad para reflexionar y aprender que todas las personas somos iguales en derechos sociales y civiles, independientemente de su religión, etnicidad, condición sexual o de género, o cualquier otra condición que deje a una o un grupo de personas en un estado de vulneración social
Como sociedad debemos avanzar en los ámbitos de inclusión; como organización deberíamos enfocarnos en cambiar la cultura de la heteronorma, que lamentablemente impacta negativamente en la atención de salud que otorgamos. La Primera Encuesta para personas trans en Chile, realizada por Organizando Trans Diversidades el año 2017, señala una alarmante cifra: “El 95% de las personas trans declaró haber sufrido discriminación en los centros de salud, cuestionando su identidad, negando atención o incluso sufriendo insinuaciones sexuales, acoso y burlas”, situación de la que debemos hacernos cargo con urgencia.
Como Federación Nacional de Enfermeras y Enfermeros de Chile, hacemos un llamado a todas las autoridades, a construir un Estado cuidador, que procure no solo la integración de todas las personas LGTBIQ+, sino también, se haga cargo de la discriminación y persecución a partir de esta condición. Como enfermeras y enfermeros, garantes de los derechos de las personas en materias de salud, tenemos un mandato ético, también como profesionales de salud guiados por la bioética, nos compete la justicia social, donde el respeto a la dignidad de todas las personas como seres integrales sea irrestricto, garantizando así asistencia humanizada en salud.
Las enfermeras y enfermeros te cuidamos en todas las formas en que amas y te amas.
Omar Solís Gómez
Director de Desarrollo Estratégico FENASENF