DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE: “NO PODEMOS SER TAN EGOÍSTAS CON LAS FUTURAS GENERACIONES”
Han pasado 51 años desde que la ONU designó el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente y a la fecha solo se han agudizado las preocupaciones originales y se han sumado otras.
Estamos en una situación límite y creo que ya no se trata de pre-ocuparse, o de hacer una invitación a la acción sobre preservación y mejoramiento del medioambiente, sino que hoy es una obligación de los Estados del mundo actuar para revertir el daño y salvar lo que podamos.
Es así que, en el marco de una nueva celebración del Día del Medio Ambiente y, sin caer en el alarmismo, es importante mirar de frente y con honestidad lo que está pasando hoy con nuestro planeta. Los datos confirman que la influencia del ser humano, con la emisión de gases invernadero y la contaminación ambiental, es la principal causa de los cambios que está sufriendo la Tierra y que ha incrementado la temperatura media mundial, amenazando los ecosistemas naturales, las reservas de la biosfera, la diversidad biológica y la propia vida humana:
Las temperaturas están subiendo. Los polos glaciares se están deshaciendo. Millones de especies animales están desapareciendo. Los recursos naturales se están agotando debido al consumo humano descontrolado.
Las olas de calor cada vez más frecuentes, y fenómenos como los ciclones tropicales, las inundaciones y la sequía, han tenido un gran impacto en el medioambiente y el desarrollo socioeconómico. El calentamiento de los océanos y los cambios químicos ya han ocasionado alteraciones en especies de todos los niveles de la cadena alimentaria oceánica.
En este orden de cosas, me pregunto ¿Qué planeta heredaremos a nuestros hijos y nietos? ¿Conocerán ellos los animales y plantas que nosotros conocemos? ¿Vivirán bajo la tierra o en cápsulas sobre la superficie inhóspita del planeta? ¿Podrán disfrutar del aire, del agua y del sol? ¿Desaparecerá Chile, dada su ubicación costera? ¿Cuánto más quedará de vida en nuestro planeta si se acaba el agua dulce? ¿A qué enfermedades emergentes nos enfrentaremos?
Si bien estamos al límite, es una obligación moral para los seres humanos proteger ¡ahora ya! el medioambiente de la contaminación y otras actividades que conducen a la degradación ambiental….No podemos ser tan egoístas con las futuras generaciones
A nivel particular, muchas personas y .sociedades ya hacen cosas en ese sentido, y eso ayuda. Hay iniciativas de reciclaje, de uso de combustibles y energías limpios, de consumo de comida más sana y sustentable, de ahorro de agua, de reforestación, de reconocer el daño que ha producido el consumismo, de asumir conciencia de lo dañino del tabaquismo, de educación medioambiental, etc. Sin embargo, aún falta para este cambio cultural a nivel global. Por ejemplo, si yo reciclo y mi vecino no lo hace, no se avanza, tampoco si la basura separada va dar al mismo vertedero; o si la ciudad no fomenta el uso del transporte público y el uso de las bicicletas; o si las industrias contaminantes mantienen sus emisiones por falta de fiscalización; o si siempre nos estamos comprando ropa según “lo dicta la moda”.
Por último, y no menos importante, se requiere del compromiso de los países y nuestros gobernantes para disminuir el consumo de combustibles fósiles. Favorecer el transporte público, ejercer la economía sustentable, recuperar las áreas forestales erosionadas, reforzar los marcos jurídicos e institucionales a favor del cuidado del Medio Ambiente. Que los acuerdos climáticos internacionales sean obligatorios y formen parte de las normas propias de los países.
Como ciudadanos, tenemos el deber de elegir solo a aquellos parlamentarios, nuestros representantes en el poder legislativo, que se han declarado comprometidos con el cuidado del Medio Ambiente.
María Toro Fuentes
Departamento de Salud, Medio Ambiente y Sociedad
FENASENF