ENFERMERAS DE ANTOFAGASTA IMPLEMENTARON PROGRAMA DE EDUCACIÓN EN SALUD PARA OLLAS COMUNES

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 Crearon un manual de procedimientos para el proceso de trabajo de las ollas comunes y están realizando capacitaciones a los líderes de estos grupos organizados.

Posicionar a la enfermería como actor social y de salud en las comunidades, fue una de las motivaciones que dio vida al Programa de Formación de Agentes en Salud en la Comunidad, dirigido principalmente a quienes son parte de cocinerías comunitarias, conocidas popularmente como “ollas comunes”. En la actualidad hay 80 ollas comunes activas en Antofagasta y se espera que esa cifra aumente.

“La idea es dar herramientas de autocuidado a los líderes de estas ollas comunes, para transformarlos en agentes replicadores de salud de su comunidad inmediata. El primer acercamiento lo realizamos en esos espacios, para evitar que se presenten brotes de COVID y de enfermedades de transgresión alimentaria (ETAs). Posteriormente recogemos las inquietudes educativas en salud que presenta esa comunidad. La intervención se adecúa a cada realidad, ya que todas son muy distintas”, explica Claudia Pizarro, Tesorera de la Asenf del Hospital Regional de Antofagasta y Directora Ejecutiva de FENASENF.

La propuesta ha sido desarrollada a partir de la Mesa Territorial Antofagasta, la cual fue convocada por distintas organizaciones civiles y sociales, gremios de la salud, y algunos actores políticos de la sociedad antofagastina, y abrió la posibilidad que las enfermeras intervengan como agentes de salud comunitaria desde la visión biopsicosocial.

Para apoyar este trabajo se creó un Manual Social integral, el cual tomó ideas de otros, como el de “Los pueblos organizados en Chile y el Wallmapu hacen frente a la pandemia y al COVID 19” de la Cruz Negra de Temuco; la “Guía práctica con recomendaciones sobre inocuidad alimentaria en cocinas comunitarias u ollas comunes” de la Universidad de Chile; y el programa SaludableMente del MINSAL. “La idea es entregar herramientas de salud que se puedan utilizar siempre, más allá de esta pandemia”, agrega.

Claudia comenta que el lenguaje utilizado en el manual no es técnico, para que todas y todos puedan aprender con facilidad, y que en la actualidad se encuentran coordinando el inicio de estas actividades con capacitaciones dirigidas a quienes trabajan activamente en la implementación de las ollas comunes. “Nuestro slogan es que al entregar conocimiento a las personas, les das las herramientas y el poder sobre su propio autocuidado, lo cual genera un gran interés de quienes lideran las ollas comunes. Las capacitaciones se están haciendo con un máximo de 10 personas, el distanciamiento físico establecido y las medidas de protección personal necesarias como indican los protocolos. Esperamos que posteriormente puedan sumarse las personas que acuden en búsqueda de comida”, agrega.

Si esta iniciativa podrá ser implementada como un activo permanente de la salud pública, es aún incierto, sin embargo, José Luis Carrera, Secretario de la ASENF del Hospital Regional de Antofagasta, da luces al respecto. “El trabajo que se está realizando ya puso el tema en la mesa y esperamos que cuando se vuelva a una “nueva normalidad”, sea incorporado en la formación de los futuros profesionales de enfermería, al igual que la enfermera escolar en los recintos educacionales. En ese sentido, esperamos que los estudiantes de enfermería puedan reforzar su aprendizaje en aula, llevando a cabo sus prácticas clínicas abarcando a la comunidad y a los recintos escolares más vulnerables. Tenemos esa visión, queremos que las personas vean que las enfermeras y enfermeros no sólo podemos estar en el ámbito hospitalario o la atención primaria, si no que tenemos la capacidad de involucrarnos con la comunidad directamente, para generar cambios en su salud y mejorar su calidad de vida”.