ENTRE EL GREMIO Y LOS PACIENTES
Para muchos la labor gremial es desconocida, pero quienes la han vivido desde adentro saben cuan importante es y cuanto puede ayudar a su profesión, a sus colegas y compañeros de trabajo. En tiempo de pandemia, para muchos trabajadores de la salud surge la disyuntiva entre detener este trabajo y retornar a la función clínica. Pero justamente son los dirigentes los encargados de reclamar, exigir y velar, por ejemplo, por las condiciones adecuadas y de seguridad para los trabajadores. Por otro lado, la vocación los llama, el sentido humanitario los convoca. Razón por la cual, en nuestra propia Federación, hay profesionales de la salud que están en la dualidad. Así lo comenta Karla Cuellar, enfermera del Hospital La Serena, secretaria de su ASENF y directora nacional de Fenasenf. “El no perder la atención directa me ha permitido apoyar en muchas formas en esta pandemia, como ayudando en la creación de protocolos, atención clínica, subrogancia, etc., y por el lado gremial me permite ver desde adentro los problemas que puedan aparecer, debido también a la contingencia, como falta de elementos de protección personal, recurso humano, entre otras cosas”.
Algo similar le ocurrió a Pamela Herrera, enfermera de Puerto Natales, directora nacional de Fenasenf. “Cuando aparecieron los primeros casos de COVID 19 en la región me encontraba con fuero, dedicada a lo gremial y por decisión personal quise reintegrarme a mi puesto de trabajo, porque he visto que hay una sobrecarga en muchas labores del hospital”.
Ambas profesionales reconocen que no ha sido fácil, compatibilizar ambas tareas involucra mucho esfuerzo y energía, pero coinciden en que ambas labores requieren presencia y ninguna puede suspenderse, menos ahora.
Pamela en Magallanes, ha vivenciado el peso de estar en la región con la situación más crítica del país. “Ha sido muy complejo, no sólo por la sobrecarga de trabajo, sino que también por el desgaste emocional. Acá la gente no ha cumplido la cuarentena en su totalidad, hemos tenido familias completas hospitalizadas y nos preocupa lo que viene. Tenemos el temor de no poder entregar toda la cobertura de salud, a pesar de hoy estar entregando el 200 %de cada uno de nosotros en nuestro trabajo”.
Karla trabaja en cuarto turno y nunca ha dejado el trabajo directo con sus pacientes. “El ser gremialista me ha llenado de experiencia y conocimiento para defender los derechos laborales de mis colegas, además de visibilizar el rol social de los enfermeros en nuestro país. A veces esta doble labor, ser enfermera clínica y gremialista, es cansadora y un poco ingrata, pero muy gratificante cuando se logra un resultado positivo frente a algún problema y se recibe el agradecimiento de otro colega”. Esta enfermera hace poco fue electa directora nacional de Fenasenf, razón por la que debería tomar más horas de fuero, pero por ahora, seguirá intentando estar en ambos trabajos y haciendo el esfuerzo de cumplir gremial y clínicamente, porque sabe que son complementarios y ahora, más importantes que nunca.