“LOS PACIENTES JÓVENES CON INFARTOS AGUDOS AL MIOCARDIO REPRESENTAN UN RETO ESPECIAL PARA EL SISTEMA DE SALUD”

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Cuando Shirley Rustom Cárdenas no está en el Hospital San Juan de Dios (HSJD), lo está en su hogar, junto a su familia, compuesta por su marido, sus dos hijas y su hijo, que tienen entre 26 y 3 años.  “Me gusta estar con ellos, pues mi grupo familiar es grande y divertido”, dice la Jefa del Centro de Responsabilidad Cardiovascular del recinto hospitalario ubicado en la Avenida Portales de la comuna de Santiago.

Estudió enfermería en la Universidad De Los Andes, desde donde egresó el 2004. Posteriormente obtuvo un Diplomado en Gestión Pública y hoy también es Coordinadora de la Red de Servicio Salud Occidente (SSO) de IAM (Infarto Agudo al Miocardio). “Mi trabajo consiste en gestionar, coordinar los centros que forman el Servicio Cardiovascular, como la Unidad Coronaria, Hemodinamia, Cardiocirugía y Policlínico de cardiología. Tengo que estar 24/7 para la coordinación y activación de paciente con IAM del SSO”, precisa.

En Chile, la enfermedad cardiovascular es responsable del 28% del total de muertes y constituye la primera causa de mortalidad en ambos sexos. Los principales factores de riesgo son: hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes, obesidad y sobrepeso, tabaquismo, inactividad física, estrés y herencia. La experta cuenta que se calcula que las muertes a causa de enfermedades cardiovasculares aumentarán este 2021 en un 20%.

“Unos de los factores más importantes para explicar el impacto en la carga de enfermedad y mortalidad por las enfermedades cardiovasculares, son los cambios demográficos. Hoy en día hay más personas, con un incremento relativo en la esperanza de vida al nacer, lo que permitirá que un número mayor de ellas envejezca lo suficiente como para desarrollar enfermedades cardiovasculares”, detalla.

Se ve desolador el panorama ¿Qué se puede hacer?

Establecer y consolidar la capacidad de los sistemas de salud para concentrarse más en la promoción y en la atención primaria, con miras a intensificar la prevención, y mejorar la asistencia hospitalaria, para que garantice que el individuo reciba los servicios de prevención, de diagnóstico, de tratamiento y de rehabilitación eficaces y oportunos para la recuperación de su salud cardiovascular, en el menor tiempo posible. Esto comprende el desarrollo de sistemas eficaces que puedan dirigir a las personas a los niveles primario, secundario y terciario de la atención; y donde cada persona tome conciencia en la prevención y mejoras. La población hoy en día sabe que las enfermedades cardiovasculares van de la mano de las enfermedades crónicas y que son culpables de la mayor cantidad de pacientes enfermos y de muertes, pero se debe informar y fomentar la prevención, los cuidados, los tratamientos, seguimientos y políticas públicas que ayuden a prevenir y fortalecer los factores benefactores para disminuir estos riesgos.

Los infartos agudos al miocardio han aumentado y en pacientes jóvenes ¿Cuál sería la causa?

Han aumentado por condiciones modificables, por deterioro de los hábitos alimentarios, estrés, consumo de tabaco y drogas. Los pacientes jóvenes con IAM representan un reto especial para el sistema de salud, por la profunda repercusión que provoca esta enfermedad desde el punto de vista psicológico y económico tanto para el paciente, la familia y la sociedad, que ve mermada la fuerza de trabajo.

¿Qué condiciones de salud podrían facilitar la manifestación de IAMs o ACVs?

Responden a un perfil de paciente con hábitos de vida que conllevan a enfermedades crónicas. Por ejemplo: tener una mala alimentación por elección o no (cuando no hay plata para productos mejores y más sanos); alto estrés laboral, sin actividad física por falta de tiempos libres; fumadores y/o drogadictos; evadir las condiciones de vida sin oportunidades verdaderas y protegidas.

-Asimismo, las tasas de obesidad en Chile son una epidemia que vivimos hace rato, sobre todo en niños y adolescentes.  Campañas como Elige Vivir Sano y la Ley de Etiquetado han tratado de aportar en ese sentido ¿Están bien encaminadas para lograr un impacto real? y/o ¿Cuáles cree que son las mejores herramientas para revertir estos malos índices?

El sobrepeso y la obesidad son considerados un grave problema de salud pública, por su presencia en enfermedades crónicas y cardiovasculares; y se observan cada vez más en la población. Para combatir y revertir el problema se deben modificar los estilos de vida. Se debe ser responsable de la epidemia de obesidad con una estructura social y políticas públicas. Como la obesidad y el sobrepeso son un problema de desigualdad social, se propone un enfoque social para comprender sus raíces y al estilo de vida colectivo más que individual. Toda estrategia o ley que estén encaminadas a combatir el problema ayudan. Sin embargo, además de modificar hábitos alimenticios, hay que crear espacios para la actividad física y mejorar entornos y condiciones laborales para fomentarla. Esto también ayuda a la salud mental.

Rustom agrega que durante este tiempo de pandemia, en el  HSJD han tratado de  equilibrar la necesidad de atender pacientes Covid, sin dejar de lado, dentro de las posibilidades -de financiamiento, infraestructura y recurso humano-  de dar atención a lo/as pacientes con patologías cardiovasculares.

¿Alguna reflexión que quiera compartir?

Somos eficientes porque con lo que tenemos entregamos más de los que se puede, pero atendemos personas, y los recursos físicos – insumos y humanos – muchas veces no son suficientes para entregar lo que realmente se necesita. No sólo es un medicamento, sino también tecnología, espacios físicos dignos y no hacinados, insumos y recurso humano contenido para que no haya un personal de salud desgastado. Creo que la pandemia debe hacernos ver lo importante que es la salud, lo importante que es crear conciencia en políticas públicas para fomentar, prevenir y mejorarla. La inversión en salud es un ahorro en gastos prevenibles y quienes trabajamos en el área somos un eslabón primordial para contener estas políticas, por lo que también deben protegernos.